martes, 13 de septiembre de 2011

El amor….. es la clave
En la calle, allí donde caminan de la mano lo profano y lo sagrado, allí donde  pasean  corazones  entre recovecos y callejuelas, en medio de circunvoluciones grises tan urbanas como humanas, allí al igual que en la vida, hay sorpresas,  hay preguntas, ideas, amores enfrascados en pensamientos, suspiros que se evaporan con el sol de la tarde, música que corta el extraño silencio del ruido, allí también  hay poesía escrita por eruditos casuales que engalanan paredes de nada con versos hermosos, allí, si lees con atención, también hay respuestas.
Ayer, mientras casi reptaba por debajo de uno de esos a mi parecer agobiantes y eternos pasillos subterráneos más parecidos a vísceras huecas que a túneles de tren, fui leyendo. Me entró la curiosidad de saber qué escribía la gente cuando le daba rienda suelta a la necesidad de compartir públicamente los sentimientos. Leí mensajes de despecho, encontré el usual erotismo adolescente, leí de amores no correspondidos, habían nombres de amantes, nombres de olvidados, recuerdos, tal vez y entre otras, también había frases inteligentes de libertad y democracia pero por encima de todas ellas, una escrita en letras color rojo escarlata me llamó poderosamente la atención; tenía buena caligrafía y estaba escrita en dos tractos,  por el(la) mismo(a) autor(a). En el primero rezaba: “El amor” y tres o cuatro  metros más adelante, la misma mano, la misma letra del mismo rojo escarlata escribió: “es la clave”. Entonces todo cobró sentido, o entonces fui yo quien le  encontró sentido a todo aquel collage de ilusiones mal logradas; de fondo, una inútil pared color blanco moribundo e inmortalizadas sobre ella, como frases grabadas en un mausoleo, mil maneras de amor escrito en toda la pluralidad de sus formas y sobre todo aquello, una única y simple respuesta resaltando en ese rojo vivo, como el lapicero de la profe que escribe la respuesta correcta encima del error: El amor es la clave.

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